Crema solar
Qué duda cabe que el sol es fuente de vida: nos encanta tomarlo en verano y disfrutar de sus rayos en la cara en invierno, por mucho frío que haga. Como saben en países como los escandinavos, el sol es además fuente de salud, generador de vitamina D, si bien los expertos recomiendan proteger la piel en exposiciones prolongadas. Por eso, en Eder Shines encontrarás las mejores cremas solares, adaptadas a tu tipo de piel y necesidades.
En efecto, la exposición prolongada a la luz solar puede ser peligrosa, pero la falta de luz también es negativa para el organismo. La clave está en el equilibrio. Si bien nuestra piel cuenta con mecanismos de adaptación propios para protegerse de la radiación solar, como la producción de melanina, para exposiciones prolongadas en el tiempo el cuerpo necesita una dosis extra de protección, especialmente las personas de piel clara, las de edad avanzada, los niños y las embarazadas.
Lo cierto es que la luz del sol contiene radiación ultravioleta (rayos UVA y UVB). Los primeros son los que penetran más profundamente en la piel, creando arrugas, pérdida de elasticidad y fotoenvejecimiento, mientras que los segundos son los responsables de las quemaduras solares. Para evitarlo, debemos utilizar cremas solares, que contienen un factor de protección solar conocido como SPF. Estas cremas solares son cosméticos que protegen nuestra dermis de los rayos ultravioleta gracias a un filtro solar. Los más conocidos en el mercado son los filtros de pantalla, que actúan como reflectantes de la luz.
El SPF (Factor de Protección Solar, en inglés) suele venir en números, e indica cuánto tiempo podemos estar al sol antes de quemarnos. Como las personas de piel clara suelen quemarse antes, es recomendable que utilicen un factor más alto, lo que les permitirá poder prolongar su exposición solar sin peligro. No obstante, los expertos apuntan a que a partir del SPF 30, el aumento de protección es contenido. También hay que tener en cuenta que, si bien las cremas solares hoy en día resisten el agua y el sudor, es cierto que estos elementos afectan su eficacia, por lo que es recomendable volver a aplicarse el protector solar cada dos horas.
Para un uso responsable del sol, también es aconsejable evitar tomarlo entre las 12 y las 16 horas, que es cuando los rayos ultravioleta son más intensos, aplicarse la crema de sol media hora antes de exponerse al sol y hacerlo de manera graduada, para que la piel se vaya acostumbrando poco a poco. Es importante que nos apliquemos crema en todas las zonas expuestas, incluso en los días nublados o si estamos a la sombra, y que evitemos permanecer inmóviles al sol durante mucho tiempo. Es recomendable igualmente beber mucha agua para que el organismo permanezca hidratado y aplicar crema hidratante después de cada exposición al sol (LINK), para ayudar a la piel a estar bien nutrida. Por último, es fundamental enseñar a niñas y niños estas precauciones y educarles para que aprendan a proteger su piel del sol y así evitar males mayores.